Tengo un batallón de ideas y cosas que decir. Y mi cabeza (como el resto de mí), no es de las que acostumbran a procesar las cosas con un orden, todo bien colocadito, optimizando el espacio casi geométricamente, aplicando una jerarquía bien definida. Más bien es un desastre generalizado y perfectamente concatenado con el resto de características que me definen.
No quiero que quede muy denso ni rollo, cuando escribo me gusta hablar correctamente pero no penséis que me he transformado en una pedante, redicha, proyecto mediocre de literata pazguata, en serio, puedo ser divertida y ligera con la palabra, creo que todo esto me pasa porque me he tomado en serio hacer las cosas con la intención de que salgan bien. Me propongo, a partir de este párrafo, dejar pinceladas sueltas que cuenten un poco más lo que me llevo en el coco durante este fin de semana, en el que dejaré que la página y yo nos asentemos un poco.
Me gustaría que el blog fuera creciendo de manera que, con las cosas que voy contando, podáis conocer algo de mí, para ayudarme en los momentos de pérdida de identidad. Como un espejo de sensaciones, de momentos que vienen de dentro, que son los que más me gusta cuidar.
Noto algo de cansancio. Cuando termine en la oficina me iré a casita, porque esta noche hay actuación en el Café España. Canta Marina Heredia, hummm, qué ganas tengo de oírla en directo. Esta será mi primera velada flamenca del año, con los consiguientes saludos, buenos deseos para este bisiesto, y alguna que otra explicación (... poco a poco irá saliendo en el blog el porqué de la misma), que es lo que más pereza me da. Menos mal que está Raúl, que garantiza mi sonrisa.
Por lo demás, me espera un fin de semana, a priori, tranquilo. Espero poder pasar por el gimnasio, dejar una parte de la casa en condiciones dignas de limpieza e higiene (toda no que me agobio), poner una lavadora, planchar un pequeño cerro pendiente, "silk-epil dúo" (juro que en cuanto salga de la ruina que ha supuesto y sigue siendo ir al dentista voy a hacerme la depilación eléctrica, invento magistral _depredador de mi ya deshecho bolsillo_ para las de horarios apretados, como el mío), ver alguna película, grabar un par de cds, para mí o para después dárselo a algún-a amig@ (esto tengo que hacerlo porque se demora demasiado y no aseguro un fin de semana tan en plan casero como éste en algún tiempo), preparar algún delicioso platillo en la cocina y rancho para la próxima semana, dar una vuelta por las tiendas, sin posibilidad de consumo, tomar alguna caña o vino, preferiblemente aperitivo antes de la comida... Sí, sin duda de los fines de semana menos sociales que tengo, puesto que casi todo son aspectos individuales.
Todavía me queda mucho camino. Me noto aletargada, lo cual no es de extrañar pues el invierno me hiela los huesos, la sangre y parte del espíritu, pero tengo que sacar otro ánimo y provecho de mí, al menos en esta faceta. Y eso que en el transcurso de la semana no me puedo quejar porque estoy contenta con lo vivido, aunque nunca me parece suficientemente aprovechada.
Os dejo con un par de apuntes de la que está en cuarto menguante. Para mí, vulgarmente, la luna es un pedazo de "tío bueno" cuya presencia y momentos en su compañía me vuelven loca, pero del que no me puedo fiar porque en cuanto me doy la vuelta me la puede preparar. Aún así, la atracción es inevitable.
Mi deseo es que el fin de semana os deje vivir, y que aprovechéis esa circunstancia, es decir, que lo viváis, que no pase desapercibido ni sea objeto de descanso neutro, disfrutad de la forma que más os guste y os podáis permitir.
Luna
Eres luna. Cuarto creciente.
Luna nueva, cada vez.
Cara oculta y escondida.
Luna blanca, luna azul.
Mecedora de mi vida.
Luna que me acuna
Curva de sonrisa.
Traidora y daga.
Malvada y ciega.
Luna de noche y día.
Lunática.
Luna mía.
