lunes, 18 de febrero de 2008

Día de lluvia

Ayer tuve ocasión de ver la previsión del tiempo. Anunciaron lluvias en toda la península, "mojándose" el meteorólogo al decir que son bienvenidas porque realmente las necesitamos.

En estos momentos en los que lo que tengo es un "blok" (exceso de trabajo=poco tiempo para cuidar estas cosas que cada vez me gustan y enganchan más), en vez de un "blog", quería actualizar el contenido de la página con un día de lluvia como excusa.
La lluvia no deja indiferente a casi nadie. Es tema de conversación en los ascensores, en los mercados, en los breves encuentros...

Caprichosa, consigue siempre dividir dos bandos, uno defensor y el otro detractor. Estos últimos se suelen quejar de que es incómoda, poco práctica, enemiga de ciertos deportes al aire libre, multiplica el tráfico, resulta peligrosa si te trasladas... Sus voces suelen acallarse abrumadas ante la realidad que nos acucia, necesitamos el agua y cada vez hay menos, la desertización crece a nuestro alrededor (no quiero adentrarme en política, ecología, calentamiento global, etc., para no eclipsar a la protagonista y ahondar en temas que requerirían mucho más que esto).
Hay un buen número de escépticos, no se pronuncian ante el fenómeno, y a veces conscientes de ello, otras sin darse cuenta, suelen caer en la escala gris del post anterior, contagiándose de una extraña tristeza, melancolía y nostalgia, para algunos no del todo desagradable, para otros proclive a la "depre", a la pena, a la soledad.
Me viene a la memoria para resumir todo esto el archiconocido refrán "nunca llueve a gusto de todos".
A mí me gusta la lluvia. Hay ocasiones en las que el paraguas se hace prácticamente imprescindible, pero cuando no cae con demasiada fuerza o no es estrictamente necesario, prefiero sentir las gotas mojando y a su vez pintando de húmedos lunares el atuendo. Contrasta la sensación fría, la humedad en el ambiente y lo desagradable de los "goterones" de ciudad o bajo las copas de los árboles, con la calidez que da a mi espíritu. Me trae recuerdos de mi tierra verde, me despierta los sentidos. Me hace pensar y sentir más libremente, me dan ganas de correr, de mojarme, de escribir. Y también, de acercarme a la ventana a disfrutar de su cortina sin que me alcance, transportándome y viajando sin riesgo alguno al país de mis recuerdos. Me gusta el olor de la ciudad con sus calles mojadas, o el del campo reverdeciendo con miles de cristales líquidos brillando por doquier.
¿Habéis cantado bajo la lluvia? Probadlo, si no lo habéis hecho, es una experiencia gratificante. Si no lo hacéis bien, lloverá más... :-) En serio, no hace falta que "suene", sólo que sintáis la emoción de la música entre millones de gotas de agua, que hoy mojan las cabezas y paraguas de algunos que os detendréis a leer estos párrafos.

Os dejo un par de letras de canciones "lluviosas" que me vienen a la memoria, y títulos de alguna película con alguna escena húmeda inolvidable, y si esta lectura os recuerda alguna de las dos cosas, os pido que me la dejéis en los comentarios, para enriquecer un poco mis conocimientos y bajo la firme promesa de que los disfrutaré muchísimo.


"Dios de la lluvia apiádate de las bestias y de mí.

Vino tu llanto a redimir un mundo polvoriento y gris hecho a medida del triste reptil.

Seguí la luz y te perdí, desde ese día rezaré para que vuelvas envuelto en tu bruma.

Dejé a mi niña, dulce abril, entre aire de fresas y jazmín; se desdibuja en mi memoria la umbría vereda que tantas veces recorrí.

Antiguos aromas flotando en el aire, espíritu de la bruma, no volverán.

Ríe mi niña flotando en el suelo; Dios de la lluvia, devuélveme al ayer.

Maldito el día en que crecí dejando atrás el sueño aquel del dulce mundo en que aprendí el dificil arte de vivir.

Entre los campos verdes de abril, lejos del mundo, muy cerca de ti.

Dios de la lluvia abrázame y bajo tus nubes volveré a considerar las múltiples formas de besar el aire bañado en tu perfume singular de antiguos aromas flotando en el aire espíritu de la bruma, no volverán.

Ríe mi niña flotando entre helechos Dios de la lluvia devuélveme al ayer.

Dios de la lluvia apiádate de las bestias y de mí, pobre mortal."

(El último de la fila, Como la cabeza al sombrero 1.988).


"Llueve, detrás de los cristales llueve y llueve, los chopos medio deshojados, sobre los pardos tejados, sobre los campos, llueve.

Pintaron de gris el cielo y el suelo se fue abrigando con hojas, se fue vistiendo de otoño.

La tarde que se adormece parece un Niño que el viento mece con su balada de otoño.

Una balada en otoño,un canto triste de melancolía que nace al morir el día.

Una balada en otoño, a veces como un murmullo y a veces como un lamento y a veces viento.

Llueve, detrás de los cristales llueve y llueve sobre los chopos medio deshojados, sobre los pardos tejados, sobre los campos, llueve.

Te podría contar que esta quemandose mi ultimo leño en el hogar.

Que soy muy pobre hoy.

Que por una sonrisa doy todo lo que soy porque estoy solo y tengo miedo, si tu fueras capaz de ver los ojos tristes de una lámpara y hablar con esa porcelana que descubrí ayer y que por un momento se ha vuelto mujer.

Entonces, olvidando mi mañana y tu pasado, volverías a mi lado.

Se va la tarde y me deja la queja que mañana será vieja de una balada de otoño."

(Joan Manuel Serrat, Balada de otoño 1.969)

Películas con escenas de lluvia inolvidables: Desayuno con diamantes, Cantando bajo la lluvia, Cuatro bodas y un funeral, Persiguiendo a Amy, Amantes...


Mi deseo para hoy es que la lluvia que cae os llene la vasija de buenos momentos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo soy, no puedo evitarlo, de los que defiende la lluvia. No creo que exista nada más erótico. También la defiendo, imagino, porque en Sevilla llueve poco y recibirla es una alegría. Besos y hasta pronto.

Elena dijo...

Pues a mí también me encanta la lluvia, y cuando no llueve desde hace tiempo todavía más. Pero me gusta para verla desde casa, con un libro interesante y una taza de café calentito en las manos. Y ese olor a tierra mojada que deja después... Maravilloso.

Gracias por el enlace, guapa. Me gusta tu blog. Tu comentario en el mío me ha llegado al alma. Te enlazo inmediatamente.

Un saludo

SOLE dijo...

A mi me encaaaaaaanta la lluvia, y cuanta más mejor. Las tormentas me encandilan, ver los rayos, escuchar los truenos, observar las burbujas que hacen en los charcos las gotas al caer.... ¿a quién puede no gustarle?

Lo malo es que a veces cuando vas de un sitio para otro, es molesta.
Este verano Pily y yo, vivimos una lluvia de las más intensas que recuerdo, corriendo como dos locas por la calle.
Llegué al coche como si me hubiera metido en la ducha con la ropa puesta ¡¡¡estoy deseando que vuelva a ocurrir!!

Así que "que llueva que llueva la virgen de la cueva...."

Muackkkk Kokrann cuidate mucho

SOLE dijo...

Lo siento!!!! Covi, que he estado conmentando también en el blog de KOKRANN y al final me he liado :-(

Borremos la ultima frase ¿si?
La cambio por esta otra:

muackkkkkkkk COVI cuidate mucho, ja ja

Es que ultimamente tengo mucho trabajo, y la cabeza la voy dejando por ahi

L.V. dijo...

no hay nada mejor que pasear bajo la lluvia